junio 7, 2023
ejercicios en la adolescencia

Pubertad precoz: qué es y cómo ayudar

 

La anticipación de transformaciones corporales puede afectar la salud y la autoestima; los casos pueden haber crecido en la pandemia de covid.

En la adolescencia, las hormonas están en pleno apogeo y modifican la apariencia física para posibilitar la transición entre la niñez y la adultez.

El inicio de esta fase se denomina pubertad, marcada principalmente por la aparición de los senos en las niñas (brote mamario) y por el agrandamiento del pene y los testículos en los niños.

Durante este período también aparecen vellos en la región íntima y en las axilas. También se produce la maduración ósea y la aceleración del crecimiento.

Los cambios en el cuerpo desencadenan un proceso de resignificación de la propia imagen, lo que puede generar inseguridad y ansiedad.

Si estos cambios ocurren antes de lo esperado, pueden afectar aún más la autoestima. En la pubertad precoz, el niño pasa por una anticipación de experiencias y necesita apoyo para mantenerse saludable y feliz.

Pubertad precoz: ¿qué es?

La pubertad precoz ocurre cuando los signos de desarrollo y maduración sexual aparecen antes de los ocho años para las niñas y antes de los nueve para los niños.

En las mujeres, el primer signo del inicio de la pubertad es el botón mamario (telarquia). El primer período (menarquia) suele ocurrir dos años después, pero puede presentarse antes de este intervalo.

Entre los niños, el agrandamiento testicular generalmente indica el comienzo de la pubertad.

Se estima que la prevalencia de la pubertad precoz oscila entre el 0,2% y el 2%, según la población estudiada, con variaciones étnicas.

La mayoría de los casos diagnosticados ocurren en niñas. Algunas investigaciones sugieren que puede haber más casos de pubertad precoz durante la pandemia de Covid-19.

Causas de la pubertad precoz

En las niñas, el 90% de los casos de pubertad precoz no tienen una causa definida. En los niños, en dos tercios de los casos puede existir algún trastorno o enfermedad asociada.

Estudios indican que factores conductuales y ambientales pueden contribuir a la anticipación de la maduración física y sexual, lo que explicaría el mayor número de diagnósticos durante la pandemia .

Entre las principales causas estaría el sedentarismo por el uso excesivo de pantallas y el aumento de peso.

La nutrición inadecuada, especialmente la comida rápida y los alimentos ultraprocesados, se asocia con un aumento de la obesidad infantil, el avance de la edad ósea y una mayor probabilidad de pubertad temprana o prematura.

En el ambiente existen varios disruptores endocrinos capaces de interferir en la acción hormonal del organismo. Muchos de ellos son sustancias químicas presentes en productos que se utilizan en la vida cotidiana (artículos de tocador, envases de alimentos, ropa, productos electrónicos) o que se mezclan con agua o alimentos (como los pesticidas). También pueden actuar a través del aire o en contacto con la piel.

Los fitoestrógenos, sustancias producidas naturalmente por las plantas y que se encuentran principalmente en la soja, se consideran disruptores endocrinos potenciales.

La relación del consumo de soya con la pubertad precoz en ambos sexos y la ginecomastia [inflamación de los senos] en los niños es aún controvertida en la literatura. Lo que se sabe es que la soya contiene fitoestrógenos que, cuando se consumen en cantidades excesivas y por un período prolongado, pueden tener algún efecto estrogénico [acción de la hormona estrógeno, que es predominante en las mujeres] en el organismo.

Para tratar de evitar la acción de estos disruptores, se recomienda, entre otras medidas:

  • Deje sus zapatos afuera y lávese las manos con frecuencia;
  • Dar preferencia a los alimentos orgánicos libres de pesticidas;
  • Lavar y desinfectar frutas y verduras correctamente;
  • Priorizar la comida casera y reducir la cantidad de comidas rápidas y procesadas;
  • Evitar la ingestión de pescados y mariscos de agua dulce sin conocer el origen;
  • Dar preferencia a los recipientes de vidrio, acero inoxidable y porcelana;
  • No caliente ollas de plástico en el microondas;
  • Evitar el consumo de bebidas calientes en envases de plástico;
  • Proporcionar a los niños únicamente juguetes que lleven el sello del Inmetro;
  • Dar preferencia a los productos de higiene personal (cremas, desodorantes,
  • solar) sin parabenos;
  • Evite el uso de cosméticos (maquillaje y esmalte de uñas) y observe la composición de los productos destinados a los niños.
  • Dicho cuidado puede ayudar a prevenir la pubertad precoz o estancarla.

Lo importante es mantener un estilo de vida saludable, con actividad física regular, alimentación saludable, peso e índice de masa corporal adecuados, y exposición reducida al estrés y disruptores endocrinos.

Cómo lidiar con la pubertad precoz

La evaluación de la pubertad precoz puede incluir pruebas clínicas, de sangre y de imagen. Para detectar los primeros signos y llegar a un diagnóstico certero, es muy importante que el niño se someta a una evaluación médica periódica.

Con un análisis multidisciplinario, es posible aclarar dudas y determinar el mejor tratamiento. Esto se debe a que, además de afectar el crecimiento (talla), la anticipación de la pubertad se considera un factor de riesgo para el desarrollo de ciertas enfermedades en el futuro.

Cuando sea necesario, se pueden utilizar fármacos con acción hormonal para retardar la maduración física. También se pueden recomendar cambios en la rutina y la adopción de nuevos hábitos (dieta equilibrada, ejercicio físico, sueño adecuado, menor exposición a pantallas).

A lo largo de este proceso, es fundamental que el niño encuentre apoyo psicológico para afrontar los cambios físicos y de conducta propios de la adolescencia, como los cambios de humor y la curiosidad sexual.

Los investigadores creen que, desde un punto de vista psíquico, puede existir un proceso de duelo por la pérdida de la infancia e inseguridad ante nuevas experiencias para las que el niño aún no está totalmente preparado.

También pueden existir comparaciones constantes entre las características físicas y la edad cronológica, tanto por parte del niño como de sus compañeros, inhibiendo las interacciones sociales. Por lo tanto, los cuidadores y docentes deben ser conscientes de que no existe aislamiento ni acoso.

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Aquí hay algunos consejos para mamás y papás para ayudar a sus hijos a sobrellevar la pubertad precoz:

  • Hable honestamente sobre lo que está pasando en el cuerpo del niño;
  • Explique que la pubertad comenzó antes, pero es suficiente para todos;
  • Animar al niño a aceptar y valorar las cualidades que tiene;
  • Para aumentar la autoestima, brinde retroalimentación positiva y contrarreste los comentarios negativos que pueda haber escuchado;
  • Trate de establecer un diálogo abierto sobre comportamientos, valores y elecciones;
  • Esté disponible para aclarar dudas, incluidas las de carácter sexual, y hable de los asuntos con naturalidad;
  • Anime al niño a hablar sobre los sentimientos y darse cuenta de que todos pasan por cambios, dilemas y desafíos;
  • Asesorar sobre medidas de autocuidado (uso de toallas higiénicas, desodorante, etc.);
  • Para sentirte más cómoda con tu cuerpo, sal con ella a comprar ropa nueva, accesorios y productos de higiene si puedes;
  • Use libros y películas para hablar sobre cambios en el cuerpo y la mente;
  • Fomentar la participación en actividades que puedan aumentar la autoestima (deportes, artes, talleres, ocio);
  • Si el niño no quiere abrirse, busque el apoyo profesional de un psicólogo.